"...el cuento literario condensa la obsesión de la alimaña, hace perder al lector contacto con la desvaída realidad que le rodea, arrasarlo a una sumersión más intensa y avasalladora. De un cuento así se sale como de un acto de amor, agotado y fuera del mundo circundante, al que se vuelve poco a poco con una mirada de sorpresa, de lento reconocimiento, muchas veces de alivio y tantas otras de resignación"
Julio Cortázar: "Del cuento breve y sus alrededores"

viernes, 29 de mayo de 2015

"Descenso a los infiernos de la imaginación" de Marco Denevi



Disfruto los relatos donde ficción  y realidad se mezclan, donde el autor juega a confundir lo imaginado con lo vivido, en los que la historia y los personajes sufren por la vida real del lector.
Marco Denevi escribió en 1979 uno de los cuentos que personalmente más me han hecho disfrutar: "Descenso a los infiernos de la imaginación".






En el se relata, a través de un jefe que le pide a un redactor para su revista un cuento, el proceso de creación de una historia a partir de una anécdota real y aparentemente insignificante. Sin embargo, cuando vamos avanzando en el relato que cuenta el director, vamos percibiendo que pudo ser algo más que insignificante. El que va a ser el escritor, no habla, se supone que asiste impávido al  relato de su propia vida que se va a publicar en forma de cuento, y solo escuchamos al director que va deshaciendo la madeja de lo vivido para concluir que puedo ser mucho más de lo que todo el mundo se imagina.
Siento ser tan misterioso, pero prefiero que vayan descubriendo, al igual que nuestro protagonista oculto, el relato mientras el director nos lo cuenta.


"usted se comprometió a escribir un cuento, un cuento de amor, de diez carillas, y a entregarlo, listo para su publi­cación en Quimeras, el lunes próximo. Hoy es el viernes anterior a ese lunes y usted, del cuento, todavía no ha escrito una línea. No se le ocurre nada, ningún argumento, ni siquiera un personaje suelto. Está desesperado, con la mente en blanco.

Oiga. ¿Por qué no se decide, por fin, a convertir en un cuento aquel episodio, sí, aquello que les sucedió, a usted y a Verena, en Bélgica, arriba del tren que los llevaba a Bru­selas? No sé por qué usted siempre se negó a aprovecharlo. De acuerdo, el episodio por sí mismo no vale gran cosa, es apenas una anécdota de esas que uno saca a relucir, de regreso, delante de los amigos, junto con las fotografías y los ceniceros que se robó en los hoteles. Pero ¿para qué está la imaginación?" Seguir leyendo

martes, 5 de mayo de 2015

"El asedio" de Pérez Reverte.

Acabo de leer una extensa novela de Reverte que me ha encantado, "El asedio". Cayó en mis manos sin querer, como cuando atrapa el pequeño del recreo el balón de rugby, la interesante historia sobre la Cádiz  de 1810.

Sabíamos de Arturo Pérez Reverte su capacidad para inocular la curiosidad de la Historia a través de unas novelas entretenidas, de ritmo adecuado a lo que narra y personajes literarios (protagonistas que parecen fuera de lugar temporal y espacial, cargados de miserias y autenticidad) poderosos; véase toda la serie de "El capitán Alatriste", por otro lado, pobrementes adaptadas al cine. Lo dicho es en absoluto una reflexión crítica, sino una costatación del correcto arte de la escritura del novelista murciano.

Además, habría que añadir que en "El asedio", Reverte sube un escalón  y añade a las virtudes antes expuestas un mayor dominio del ritmo y un enredado de tramas, confundiendo entre principales y secundarias, perfectamente resueltas que nos otorgan una riqueza de matices, diálogos y detalles a la trama, haciéndola, a pesar de sus más de 700 páginas, sumamente apetecible y fácil de leer.

"El asedio" narra los dos años y medio de asedio francés a la ciudad de Cádiz, a través de cuatro interesantes y literarios protagonistas y de sus vicisitudes para sobrevivir a un mundo caduco que cambia rápidamente: fin del imperio español, la guerra, la nueva constitución liberal de 1812, las nuevas situaciones que se impondrán tras las derrotas francesas. Una realidad trágica y cambiante pero que se impone irremediablemente, y a la que deben sobrevivir con la continua amenaza de las bombas, de una cruel y por momentos absurda guerra y a un sádico asesino, los protagonistas.