"...el cuento literario condensa la obsesión de la alimaña, hace perder al lector contacto con la desvaída realidad que le rodea, arrasarlo a una sumersión más intensa y avasalladora. De un cuento así se sale como de un acto de amor, agotado y fuera del mundo circundante, al que se vuelve poco a poco con una mirada de sorpresa, de lento reconocimiento, muchas veces de alivio y tantas otras de resignación"
Julio Cortázar: "Del cuento breve y sus alrededores"

martes, 3 de junio de 2014

Los salvajes de Bolaño

El escritor chileno Roberto Bolaño se ha convertido con el paso del tiempo en un escritor de referencia. Un estilo novedoso y sorprendente que aún pervive,  hechuras de gran narrador, historias sobre personajes a la deriva y escritores malditos, todo unido a su muerte prematura (2003) que dejó inacabada su obra más importante "2666", para muchos ha sido la última gran novela hispanoamericana, le han convertido en uno de los referentes culturales y el escritor del final del siglo XX, llegándole a compararle con Borges o Cortázar.
Es con la obra de este último "Rayuela", con la que se identifica "Los detectives salvajes", el libro del que vamos a referir. Novela coral, con un tenue hilo conductor casi imperceptible, o simplemente pretexto, que es la vida de dos poetas Arturo Belano y Ulises Lima en su búsqueda de una misteriosa escritora mexicana, Cesárea Tinajero. Pero si esperan encontrar una novela del viaje como metáfora de búsqueda o con una línea narrativa habitual, olviden esta novela. El mérito de Bolaño estriba precisamente en todo lo contrario, en lo que sentimos al pasar sus hojas y  no entender a dónde vamos, en lo que percibimos sin comprenderlo en su totalidad, en el humor que intuimos en las vidas desgraciadas de los personajes, en los amores imposibles o fracasados de vidas a la deriva en búsqueda de no sé sabe qué, en el ambiente que respiramos.
Al leer "Los detectives salvajes", nos traslada a otro paradigma, a otro registro; tal vez a los documentales sobre vida de personajes donde testigos nos narran su relación con una persona de manera parcial pero que en conjunto nos da una globalidad del mismo; o tal vez esas composiciones de trozos, "collage", que mezclando géneros, materias y estilos conforman una gran obra total aunque no entendamos su totalidad o sólo percibamos extremos.
En varios momentos piensas en abandonar, pero no puedes. Te atrapa.
Lees sin poder despegar tu conciencia de las historias; tantas historias como personajes que además se entrelazan sus vidas, desaparecen para después, casi 200 páginas después, diez años ficticios, volver a surgir como en la vida. Escritores fracasados, poetas de militancia juvenil (como la mayoría), artistas que triunfan (los menos), “reales visceralistas” (movimiento poético de los protagonistas), aunque qué más da; locos, prostitutas, misterios nunca resueltos, editores, secuestradores de Octavio Paz, matones, huidas, mitos, fracasos…; amores verdaderos, sexo oloroso, relaciones hundidas, hijas perdidas; universitarios, inadaptados, camareras, arquitectos, camellos, soñadores, espadachines y agotados viajeros; México, España, Israel, Tanzania, Estados Unidos.
Todo esto y mucho más, conforma el universo Bolaño.  

1 comentario:

  1. ¡VAYA CAOS! Lo leeré, lo tenía en mente y había comenzado alguna vez pero nunca había continuado. Cambiaré de REGISTRO como me indicas. Gracias por esta bonita referencia.

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