"...el cuento literario condensa la obsesión de la alimaña, hace perder al lector contacto con la desvaída realidad que le rodea, arrasarlo a una sumersión más intensa y avasalladora. De un cuento así se sale como de un acto de amor, agotado y fuera del mundo circundante, al que se vuelve poco a poco con una mirada de sorpresa, de lento reconocimiento, muchas veces de alivio y tantas otras de resignación"
Julio Cortázar: "Del cuento breve y sus alrededores"

jueves, 7 de marzo de 2013

"Con el viento solano", de Ignacio Aldecoa.

Aldecoa participó de un convulso momento político y social de la España de la posguerra, allá por los años 50, que sin duda marcó su literatura al igual que a sus coetáneos Rafael Sánchez Ferlosio, Jesús Fernández Santos o Carmen Martín Gaite, todos integrantes de la llamada Generación del medio siglo.
Ignacio fue un gran cuentista -así es como lo conocí y suyo es uno de los fulgores recogidos en este canon y que podéis leer "La despedida"- de vida intensa, que era capaz de retratar las miserias con las que convivió de manera cruda, tierna y poética como realiza en esta novela recomendada.
Aldecoa gustaba de reflejar en las tristezas humanas, pequeñas luces de esperanza que, aunque finalmente la realidad tumbaban, aportan un guiño, un cariño que hacen identificarte con los protagonistas, por muy lejanas que parezcan sus circunstancias con las tuyas, como el gitano Sebastián, el protagonista proscrito de esta intensa novela.
"Con el viento solano" descubrimos una prosa cuidada, bellas descripciones y diálogos ciertos, características por las que fue llamado por muchos como escritor neorealista.
Autor sumamente recomendable aunque en desuso actualmente, viene a demostrarnos como los buenos escritores utilizan la realidad para formar fantasías donde nos hacen reflexionar sobre lo que vivimos.
Un redescubrimiento para un lémur. Sumamente recomendable.

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